Continuación del report del ARF.

Dia 2. Sábado 3 de Septiembre.

El día amaneció temprano. Aún cansados, despertamos en la tienda dos de los cuatro que fuimos. Uno de ellos, ya habia vuelto hacia Donosti, el otro, se habría perdido entre cervezas y kalimotxos. La búsqueda no llevó mucho. Nos lo encontramos en la pequeña carpa dispuesta en la zona de acampada, en un estado que mejor no describo.

La mañana pasó practicamente en un parque cercano al recinto del festival, echados a la sombra descansando el dia anterior. Llegaron las cuatro de la tarde, y tomamos el camino de vuelta hacia el festival. Comenzaron Hash, a quienes no vimos por no llegar a tiempo. Tampoco teniamos mucho interés. Después tocaba Brant Bjork con su banda, los Bros., un ex-Kyuss con buenas maneras y un buen directo. Estuvo bien, aunque las horas que le tocaron no fueron muy adecuadas para su música. Los siguientes fueron Electric Six, que para mí pasaron totalmente inadvertidos, ya que fuimos a echarnos al césped y practicamente ni me fijé en su música.

Después de Electric Six, le tocaba el turno al icono del dia, Juliette Lewis, que con mucha fama, muy buena imagen y poca música, movilizó a muchisima gente para las horas en las que actuaba. Antes de acabar su actuación, estabamos esperando en el otro escenario a la siguiente banda, Beasts of Bourbon, que dieron un señor espectáculo y dejaron a muchos boquiabiertos. Les siguieron en escena Television, que, después del cansancio acumulado durante la actuación de las bestias, no tuve oportunidad de ver, ya que fui a dar una vuelta. Según acabaron Television, comenzaron en el otro extremo los Bad Religion, grupo que mueve mucha gente pero que a mi nunca me han parecido gran cosa. Aprovechamos para ir a cenar, asi que no puedo decir que los viera, pero los escuché, y me pareció todo lo mismo. No me gustó.

Se acercaban ya los tres últimos grupos del dia y del festival. Primero The Pogues, un auténtico coñazo totalmente fuera de contexto, con un cantante al que difícilmente se le entendia algo no se si por los efectos del alcohol o por su acento irlandés. Después de éstos tocaban los, para mí, atracción del festival, Queens of the stone age. Y las reinas reinaron. Muy buen concierto, me divertí mucho y, pese al cansancio ya acumulado, aguanté bien los embites, empujones y pisotones de estar en una segunda fila con la gente moviendose como locos. Y en el final, ahi estaban los Monster Magnet, más macarras que nunca, que sonaron muy bien el rato que los estuve viendo, pero que, sobre los tres cuartos de hora de actuación, no tuve mas remedio que capitular e ir a dormir.

El domingo ya, de vuelta al hogar, despues de buscar de nuevo a la oveja descarriada, encontrarla y hacer que durmiera la borrachera, tomamos camino de vuelta a Donosti, que nos saludó con su habitual cielo plomizo después de dos dias de sol y calor.