Borrachos y estupidos

20071008elpepucul_2.jpg
Lo reconozco, no me gusta la gente que se emborracha y pierde los papeles. Esto me ha pasado desde que, siendo pequeño, encontré un domingo temprano, una preciosa palmera de nuestro jardín, tirada por el suelo, desarraigada a patadas.

Pero esta noticia es aún peor. No comprendo la gente que no respeta la naturaleza, pero ya tengo asumido que muchos actuen como si no exisitera nada salvo ellos. Lo que no puedo asumir es que alguien, en lugar de disfrutar alegremente de su borrachera molestando a las mujeres del lugar, se le pase por la cabeza colarse en un museo de la talla del Orsay y realicen lo que estos individuos hicieron. Todo un atentado contra algo tan valioso como un Monet. Pero aunque fuera un garabato de un don nadie. Es incomprensible.