Próxima exposición del Museo Thyssen-Bornemisza, a partir del 11 de octubre de 2005 al 8 de enero de 2006. Recomiendo visitarla por las obras de Edward Hopper.
La exposición Mimesis. Realismos modernos 1918-1945 sirve al propósito de mostrar la difusión del realismo en los años que se extienden entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, un período que fue crucial para la consolidación del Movimiento Moderno. En ese tiempo, el realismo se manifestó con fuerza en pintura y en escultura, en cine y en literatura, constituyéndose en una de las tendencias principales de la modernidad.
Sin embargo, en contraste con otras corrientes como el surrealismo o la abstracción geométrica, que se produjeron de forma unitaria y organizada, el realismo fue una corriente plural que adoptaba caracteres diversos en función de los diferentes contextos geográficos, sociales y artísticos en los que se desarrollaba. El cometido de la exposición consistirá en mostrar las características estéticas y artísticas comunes que hacen del realismo una corriente o estilo diferenciado.
En atención a la diversidad de los realismos modernos, la mayor parte de los estudios de que ha sido objeto se estructuran como una yuxtaposición de panoramas nacionales. Así se hizo por ejemplo en Les Réalismes, una exposición pionera de Jean Clair, organizada por el Centre Georges Pompidou en 1983, que ha sido una referencia constante en el tratamiento del tema. En esta ocasión se ha abandonado el enfoque descriptivo para substituirlo por otro más analítico, tratando de buscar un substrato común en la obra de artistas tan diferentes como André Derain, Otto Dix, Edward Hopper, José Gutiérrez Solana, Joan Miró, Balthus ó Julio González, entre otros.
La exposición se divide en seis ámbitos temáticos, de acuerdo con los conceptos de los géneros tradicionales de la pintura; esta organización permitirá apreciar la continuidad histórica implícita en la noción de realismo. La secuencia de las salas ofrece una imagen dinámica del realismo moderno como un proceso histórico, que se inicia a comienzos de los años 20 estrechamente vinculado con el formalismo post-cezaniano y concluye en el umbral de la segunda guerra mundial volcado en un intenso testimonio de las realidades sociales de su tiempo.